Juan Carlos Usero, candidato de UPyD a la alcaldía de Huesca 14/05/2011
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martes, 3 de mayo de 2011
domingo, 1 de mayo de 2011
lunes, 18 de abril de 2011
LOS ENTES LOCALES Y LA UNIÓN EUROPEA
LOS ENTES LOCALES Y LA UNION EUROPEA
La Unión Europea no es algo que afecte sólo a los Estados, afecta e interesa también a los ciudadanos de esos Estados y, cómo no, a la administración que estos tienen más cerca, los entes locales. En este sentido, debemos llamar la atención sobre dos cuestiones fundamentales, que además están relacionadas. En primer lugar y no sé si somos del todo conscientes, el papel que los entes locales tienen y, sobre todo, pueden llegar a tener, en la vida y el desarrollo de las actividades de la Unión Europea. En segundo lugar, el impacto que la pertenencia de un Estado a la Unión Europea tiene para sus entes locales.
LA IMPORTANCIA DE LOS ENTES LOCALES PARA LA UNIÓN EUROPEA
Los entes locales participan en el proceso europeo de elaboración y aplicación de las políticas comunitarias. En cuanto a la elaboración, en el caso español y a nivel nacional, los entes locales no juegan ni mucho menos un papel similar al de las Comunidades Autónomas (mucho más relevante), aunque ello podría ser objeto de crítica. Sin embargo, eso no significa que estén ausentes del proceso y, de hecho, participan en él a través de dos mecanismos, uno informal, el lobby (los entes locales pueden hacer llegar sus puntos de vista y sus pretensiones a las Instituciones de la Unión) y otro formal, el Comité de las Regiones, órgano de la Unión Europea, integrado por representantes de los poderes locales y regionales, que participa en los procedimientos de decisión, aunque con carácter consultivo. Por lo que se refiere a la aplicación de las políticas europeas, la verdad es que en nuestro país y hoy por hoy, los entes locales tienen un papel limitado en lo que podríamos denominar la “aplicación normativa” de la legislación comunitaria (trasposición de directivas, por ejemplo) y por eso nos vemos obligados a decir que el responsable de la elaboración de los complementos normativos (Estado o Comunidades Autónomas) debe ser consciente de que la adaptación a los requisitos locales de todo ese conjunto de normas incrementa la eficacia administrativa, la legitimidad democrática y la aceptación de la legislación europea por el ciudadano. En cambio, el protagonismo de los entes locales es mayor en la “aplicación administrativa” de las normas europeas por razones obvias, si tenemos en cuenta que muchas de ellas regulan materias que en foro interno son de su competencia
Pero no sólo es necesaria la participación de los entes locales en la elaboración de la legislación europea y su posterior aplicación, un mayor papel de estos en el desarrollo de otras actividades de la Unión facilitaría su exitosa ejecución y mejoraría su eficacia. Y ello porque estamos hablando de la administración más cercana al ciudadano. Algunos ejemplos, deliberadamente dispersos, ilustrarán lo que decimos: la cooperación entre entes locales de los Estados miembros y de los países candidatos o potenciales candidatos supondría una ayuda inestimable en el proceso de ampliación de la Unión Europea, facilitando a estos últimos la comprensión y aceptación del sistema comunitario; la implicación de los entes locales en la estrategia europea de lucha contra el terrorismo, sobre todo en lo que se refiere a las medidas preventivas que contempla, sería valiosa a la hora de proporcionar a las personas particularmente vulnerables a la radicalización y reclutamiento en el terrorismo unas perspectivas positivas y un lugar en la sociedad, pues no debemos olvidar que son ellos los que tienen un mejor acceso a este tipo de colectivos y ya realizan un importante esfuerzo por garantizar la inclusión social; desde los entes locales se puede contribuir de forma notable a la lucha contra el cambio climático, fomentando y suministrando energías renovables, cambiando los modelos actuales por otros bajos en el consumo de energía o promoviendo la creación de empleo basado en estrategias de lucha contra dicho cambio. Y estos son sólo tres ejemplos, podríamos poner otros en materia de planificación de la política regional, la reforma del sistema sanitario europeo, la inclusión digital, etc.
Los entes locales son asimismo importantes en el marco de la política de cohesión. No existe una política municipal, como tal, en Europa, pero los municipios son importantes para la Unión Europea. Día a día aumenta la percepción de que estos son un motor de las economías nacionales y regionales y, además, disponen de bazas capitales para promover el desarrollo, la cohesión social y la identidad ciudadana y cultural.
Por otra parte, muchos somos los que coincidimos en pensar que uno de los mayores retos de la Unión Europea en estos momentos es la superación del alejamiento que existe entre ella y sus ciudadanos (la gente en general no la conoce, no se interesa por los temas europeos –que percibe como lejanos-). Aquí también los entes locales pueden jugar un papel fundamental. Están, por su proximidad al ciudadano, en una posición privilegiada para ayudar a revertir la situación y no sólo a través de las políticas activas de información tradicionales (centros de documentación, boletines, organización de eventos) dedicadas a Europa, que también, sino considerando la información sobre esta como una política transversal en su relación con el ciudadano, haciendo de la información sobre la Unión Europea algo cotidiano en sus contactos con la ciudadanía (hablamos de asociaciones vecinales, centros escolares, actividades hacia la juventud o la tercera edad, etc.). De esta forma, además, socializaríamos la información, evitando con ello que esta sea utilizada únicamente por determinados grupos –ONGs, partidos políticos u otros grupos de presión- obstaculizando el aprovechamiento de las posibilidades que la Unión Europea nos ofrece a todos. En otro orden de cosas, los entes locales pueden asimismo contribuir a limar distancias entre la Unión Europea y la ciudadanía sirviendo de correa de transmisión de las inquietudes y problemas del ciudadano de a pie a las instancias europeas. No es que ahora no existan mecanismos para ello (quejas ante la Comisión, derecho de petición ante el Parlamento Europeo,..) pero o no se conocen o su utilización se antoja difícil.
EL IMPACTO DE LA UNIÓN EUROPEA EN LOS ENTES LOCALES
Decíamos al principio que la pertenencia de un Estado a la Unión Europea tiene consecuencias para sus entes locales. De entre todas ellas y brevemente, nos gustaría destacar en este momento tres: el impacto normativo, el impacto financiero positivo y el impacto a nivel de organización.
Efectivamente, los entes locales se ven obligados a aplicar la normativa que “nace en Bruselas” y que cambia la que venían aplicando, lo que evidentemente requiere un esfuerzo de adaptación, que en muchas ocasiones reviste además importantes implicaciones administrativas y financieras.
En segundo lugar, la Unión Europea supone para los entes locales una posibilidad complementaria de financiación y no nos referimos sólo a las subvenciones comunitarias para infraestructuras materiales e inmateriales (puentes, accesos, depuradoras,…), sino de la posibilidad de participar en programas europeos, algunos específicos para estos entes y otros que no lo son. Entre los primeros queremos recordar, aunque con carácter histórico en algún caso, URBAN I y II, URBACT 2002-2013, “Auditoría Urbana” o los programas de investigación urbana.
Finalmente, debemos aludir a los impactos a nivel de organización. Estamos haciendo referencia tanto al hecho de que, como consecuencia de todo lo anterior, ha habido entes locales (de cierto tamaño) que se han visto obligados a crear unidades administrativas que coordinaran o ejecutaran directamente todas las actividades realizadas por ellos en relación con la Unión Europea, como a la conveniencia de que otros sigan su ejemplo, porque el papel de los entes locales en el conjunto comunitario está llamado a crecer.
En conclusión, la implicación de los entes locales en los asuntos relacionados con la Unión Europea, por una parte es una realidad y, por otra, deberá incrementarse. Ello redundará en beneficio de todos: la Unión Europea, los entes locales y los ciudadanos.
Juan Carlos Usero Millán ◦
La Unión Europea no es algo que afecte sólo a los Estados, afecta e interesa también a los ciudadanos de esos Estados y, cómo no, a la administración que estos tienen más cerca, los entes locales. En este sentido, debemos llamar la atención sobre dos cuestiones fundamentales, que además están relacionadas. En primer lugar y no sé si somos del todo conscientes, el papel que los entes locales tienen y, sobre todo, pueden llegar a tener, en la vida y el desarrollo de las actividades de la Unión Europea. En segundo lugar, el impacto que la pertenencia de un Estado a la Unión Europea tiene para sus entes locales.
LA IMPORTANCIA DE LOS ENTES LOCALES PARA LA UNIÓN EUROPEA
Los entes locales participan en el proceso europeo de elaboración y aplicación de las políticas comunitarias. En cuanto a la elaboración, en el caso español y a nivel nacional, los entes locales no juegan ni mucho menos un papel similar al de las Comunidades Autónomas (mucho más relevante), aunque ello podría ser objeto de crítica. Sin embargo, eso no significa que estén ausentes del proceso y, de hecho, participan en él a través de dos mecanismos, uno informal, el lobby (los entes locales pueden hacer llegar sus puntos de vista y sus pretensiones a las Instituciones de la Unión) y otro formal, el Comité de las Regiones, órgano de la Unión Europea, integrado por representantes de los poderes locales y regionales, que participa en los procedimientos de decisión, aunque con carácter consultivo. Por lo que se refiere a la aplicación de las políticas europeas, la verdad es que en nuestro país y hoy por hoy, los entes locales tienen un papel limitado en lo que podríamos denominar la “aplicación normativa” de la legislación comunitaria (trasposición de directivas, por ejemplo) y por eso nos vemos obligados a decir que el responsable de la elaboración de los complementos normativos (Estado o Comunidades Autónomas) debe ser consciente de que la adaptación a los requisitos locales de todo ese conjunto de normas incrementa la eficacia administrativa, la legitimidad democrática y la aceptación de la legislación europea por el ciudadano. En cambio, el protagonismo de los entes locales es mayor en la “aplicación administrativa” de las normas europeas por razones obvias, si tenemos en cuenta que muchas de ellas regulan materias que en foro interno son de su competencia
Pero no sólo es necesaria la participación de los entes locales en la elaboración de la legislación europea y su posterior aplicación, un mayor papel de estos en el desarrollo de otras actividades de la Unión facilitaría su exitosa ejecución y mejoraría su eficacia. Y ello porque estamos hablando de la administración más cercana al ciudadano. Algunos ejemplos, deliberadamente dispersos, ilustrarán lo que decimos: la cooperación entre entes locales de los Estados miembros y de los países candidatos o potenciales candidatos supondría una ayuda inestimable en el proceso de ampliación de la Unión Europea, facilitando a estos últimos la comprensión y aceptación del sistema comunitario; la implicación de los entes locales en la estrategia europea de lucha contra el terrorismo, sobre todo en lo que se refiere a las medidas preventivas que contempla, sería valiosa a la hora de proporcionar a las personas particularmente vulnerables a la radicalización y reclutamiento en el terrorismo unas perspectivas positivas y un lugar en la sociedad, pues no debemos olvidar que son ellos los que tienen un mejor acceso a este tipo de colectivos y ya realizan un importante esfuerzo por garantizar la inclusión social; desde los entes locales se puede contribuir de forma notable a la lucha contra el cambio climático, fomentando y suministrando energías renovables, cambiando los modelos actuales por otros bajos en el consumo de energía o promoviendo la creación de empleo basado en estrategias de lucha contra dicho cambio. Y estos son sólo tres ejemplos, podríamos poner otros en materia de planificación de la política regional, la reforma del sistema sanitario europeo, la inclusión digital, etc.
Los entes locales son asimismo importantes en el marco de la política de cohesión. No existe una política municipal, como tal, en Europa, pero los municipios son importantes para la Unión Europea. Día a día aumenta la percepción de que estos son un motor de las economías nacionales y regionales y, además, disponen de bazas capitales para promover el desarrollo, la cohesión social y la identidad ciudadana y cultural.
Por otra parte, muchos somos los que coincidimos en pensar que uno de los mayores retos de la Unión Europea en estos momentos es la superación del alejamiento que existe entre ella y sus ciudadanos (la gente en general no la conoce, no se interesa por los temas europeos –que percibe como lejanos-). Aquí también los entes locales pueden jugar un papel fundamental. Están, por su proximidad al ciudadano, en una posición privilegiada para ayudar a revertir la situación y no sólo a través de las políticas activas de información tradicionales (centros de documentación, boletines, organización de eventos) dedicadas a Europa, que también, sino considerando la información sobre esta como una política transversal en su relación con el ciudadano, haciendo de la información sobre la Unión Europea algo cotidiano en sus contactos con la ciudadanía (hablamos de asociaciones vecinales, centros escolares, actividades hacia la juventud o la tercera edad, etc.). De esta forma, además, socializaríamos la información, evitando con ello que esta sea utilizada únicamente por determinados grupos –ONGs, partidos políticos u otros grupos de presión- obstaculizando el aprovechamiento de las posibilidades que la Unión Europea nos ofrece a todos. En otro orden de cosas, los entes locales pueden asimismo contribuir a limar distancias entre la Unión Europea y la ciudadanía sirviendo de correa de transmisión de las inquietudes y problemas del ciudadano de a pie a las instancias europeas. No es que ahora no existan mecanismos para ello (quejas ante la Comisión, derecho de petición ante el Parlamento Europeo,..) pero o no se conocen o su utilización se antoja difícil.
EL IMPACTO DE LA UNIÓN EUROPEA EN LOS ENTES LOCALES
Decíamos al principio que la pertenencia de un Estado a la Unión Europea tiene consecuencias para sus entes locales. De entre todas ellas y brevemente, nos gustaría destacar en este momento tres: el impacto normativo, el impacto financiero positivo y el impacto a nivel de organización.
Efectivamente, los entes locales se ven obligados a aplicar la normativa que “nace en Bruselas” y que cambia la que venían aplicando, lo que evidentemente requiere un esfuerzo de adaptación, que en muchas ocasiones reviste además importantes implicaciones administrativas y financieras.
En segundo lugar, la Unión Europea supone para los entes locales una posibilidad complementaria de financiación y no nos referimos sólo a las subvenciones comunitarias para infraestructuras materiales e inmateriales (puentes, accesos, depuradoras,…), sino de la posibilidad de participar en programas europeos, algunos específicos para estos entes y otros que no lo son. Entre los primeros queremos recordar, aunque con carácter histórico en algún caso, URBAN I y II, URBACT 2002-2013, “Auditoría Urbana” o los programas de investigación urbana.
Finalmente, debemos aludir a los impactos a nivel de organización. Estamos haciendo referencia tanto al hecho de que, como consecuencia de todo lo anterior, ha habido entes locales (de cierto tamaño) que se han visto obligados a crear unidades administrativas que coordinaran o ejecutaran directamente todas las actividades realizadas por ellos en relación con la Unión Europea, como a la conveniencia de que otros sigan su ejemplo, porque el papel de los entes locales en el conjunto comunitario está llamado a crecer.
En conclusión, la implicación de los entes locales en los asuntos relacionados con la Unión Europea, por una parte es una realidad y, por otra, deberá incrementarse. Ello redundará en beneficio de todos: la Unión Europea, los entes locales y los ciudadanos.
Juan Carlos Usero Millán ◦
viernes, 15 de abril de 2011
Soy Juan Carlos Usero Millán. Nací en Huesca hace 51 años. Tengo cuatro hijos y estoy divorciado.
Jurista de formación, actualmente y a nivel profesional, soy consultor en temas relacionados con la Unión Europea, Profesor Asociado de Derecho Internacional Público y de Instituciones y Derecho de la Unión Europea de la Universidad de Zaragoza y Vicepresidente del Real Instituto de Estudios Europeos, donde también imparto clases y dirijo trabajos de investigación regularmente. Con anterioridad y además de mi actividad universitaria, entre otras cosas, he sido Director del Departamento de Unión Europea de la Cámara de Comercio e industria de Zaragoza (15 años), Asesor Jurídico del Ministerio de Asuntos Exteriores y experto-consultor del Consejo de Europa, además de participar en grupos de trabajo y actividades de formación-consultoría para la Unión Europea.
Aunque no soy muy prolífico escribiendo tengo algunas publicaciones, sobre todo en temas relacionados con la Unión Europea, temas sobre los que he sido ponente en numerosos cursos e impartido conferencias en varios paises (España, Francia, Bélgica, Italia, Alemania, Grecia, Portugal, Brasil, Polonia y Tunez).
Afiliado a UPyD en abril de 2008, en el pasado he formado parte de lo que ahora denominamos Consejo Territorial de Aragón. En estos momentos procuro aportar mi granito de arena como simple militante y es que tras años de indiferencia política, UPyD ha conseguido que me vuelva a interesar por la cosa pública de forma activa. Sus ideas y propuestas expresan un cierto “sentido común”, que situa al ciudadano en el centro de la acción política por encima de cualquier otra preocupación o interés, sentido común que coincide con el mío y por el que creo que merece la pena realizar esfuerzos personales.
Me gusta leer, volar –cosa que desgraciadamente no hago últimamente- y estar con los amigos. ◦
Jurista de formación, actualmente y a nivel profesional, soy consultor en temas relacionados con la Unión Europea, Profesor Asociado de Derecho Internacional Público y de Instituciones y Derecho de la Unión Europea de la Universidad de Zaragoza y Vicepresidente del Real Instituto de Estudios Europeos, donde también imparto clases y dirijo trabajos de investigación regularmente. Con anterioridad y además de mi actividad universitaria, entre otras cosas, he sido Director del Departamento de Unión Europea de la Cámara de Comercio e industria de Zaragoza (15 años), Asesor Jurídico del Ministerio de Asuntos Exteriores y experto-consultor del Consejo de Europa, además de participar en grupos de trabajo y actividades de formación-consultoría para la Unión Europea.
Aunque no soy muy prolífico escribiendo tengo algunas publicaciones, sobre todo en temas relacionados con la Unión Europea, temas sobre los que he sido ponente en numerosos cursos e impartido conferencias en varios paises (España, Francia, Bélgica, Italia, Alemania, Grecia, Portugal, Brasil, Polonia y Tunez).
Afiliado a UPyD en abril de 2008, en el pasado he formado parte de lo que ahora denominamos Consejo Territorial de Aragón. En estos momentos procuro aportar mi granito de arena como simple militante y es que tras años de indiferencia política, UPyD ha conseguido que me vuelva a interesar por la cosa pública de forma activa. Sus ideas y propuestas expresan un cierto “sentido común”, que situa al ciudadano en el centro de la acción política por encima de cualquier otra preocupación o interés, sentido común que coincide con el mío y por el que creo que merece la pena realizar esfuerzos personales.
Me gusta leer, volar –cosa que desgraciadamente no hago últimamente- y estar con los amigos. ◦